Lo que no te dijeron sobre el euro


Si intentas falsificar un billete de euro (y digo una copia exacta, no escanearlo e imprimirlo) te encontrarás con algunos problemas. Conviene conocerlo bien, así que diré algunas cosas con respecto a esto por si alguien quiere intentarlo, aunque no creo.

Papel

El papel no es de celulosa, es acartonado y crujiente porque está hecho 100% de algodón. Básicamente cojen el algodón, lo trituran a un polvillo muy fino y luego lo meten húmedo bajo fuertes presiones, de forma que se queda todo unido una vez seco. Los papeles de algodón comerciales son caros, y además son más bastos, no dan una sensación tan fina. Al estar hecho de algodón, si lo metemos en la lavadora el billete encojería, sin disolverse en el agua.


Si miramos el billete bajo luz ultravioleta, veremos que en la pasta del papel hay pequeñas fibras de colores, como el rojo, amarillo, azul o verde.

Si miramos el billete al trasluz veremos que tiene una banda negra en el medio con la palabra "euro" y el valor nominal del mismo. Esta banda es de plástico, impregnada con una tinta magnética, para detectar el billete automáticamente en las máquinas. Además, en la parte blanca, podemos ver la marca al agua. La marca al gua se hace cuando la pasta de papel esta casi seca, pero todabía húmeda. La pasan por un rollo "dandy", que es una tela metálica con el motivo grabado. Al hacer presión sobre el papel, queda en este el dibujo gracias a las diferencias de presión, por lo que es muy complicado intentar pintar este motivo con tintas basadas al aceite y que quede realista, que es como lo hacen los falsificadores de poca monta.


Impresión y tintas

Si ya conseguiste fabricar el papel, ahora te queda imprimirlo. Esto no es tan fácil. Coje un bilelte y tócalo, veras partes que están en relieve, y otras no. El fondo de colorines de los billetes lo imprimen a offset, seguramente con un monstruo que pesa unas 15 toneladas (ve haciendo hueco en el salón). El resto, que es lo más curioso, se hace en dos colores, distintos en cada billete, con la técnica del huecograbado o intanglio. Esto consiste en una plancha de acero en la que graban el motivo, después lo impregnan en tinta y lo presionan sobre el papel de algón un poco húmedo, con algo así como 20 toneladas de peso. De esta forma, el papel se introduce entre los huequecitos de la planca de acero, chupando la tinta a su vez, y quedando el diibujo en relieve hecho. Las imprentas para huecograbado son cais todas alemanas y no las venden a particulares ni empresas, solo a estados, así que tendrás que fabricarte una.

Otra cosa a tener en cuenta es la tinta. Puede que sea lo más difícil de falsificar. No solo necesitas que los colores sean exactos, si no que sean exactos bajo luz ultravioleta y bajo luz infrarroja.




Detrás de los billetes de menos de 20 €, podemos ver una banda brillante dorada. Esta banda es de tinta metálica, para que brille. En los de más de 50 €, está el número del billete en una tinta que varía, dependiendo el ángulo, de verde a morado. Se llama tinta UVI, y se consigue el efecto imprimiendo un polvillo de cerámica, todo en la misma dirección, de modo que refleje la luz dependiendo del ángulo de visión.

Otra cosa a tener en cuenta en la numeración del billete. En principio, parece que es simple tinta negra; nada más lejos de la verdad, pues es tinta magnética, para que pueda ser reconocida por las máquinas automáticamente, y que, tras aplicar un algoritmo, estas sepan si el número impreso cumple la suma de verificación. No vale con poner un número al azar.

Otras cuestiones

Si intentas escanear o imprimir un billete, puede que tus periféricos den problemas y no te dejen manipularlo. Y si aún así lo consigues, el PhotoShop te lo impediría, teniendo que usar el GIMP. Lo más curiso es que pasa exactamente lo mismo con los billetes de dólar, libras y algunos otros. Esto es debido a la constelación de EURión:



Se trata de un motivo que se repite en este tipo de documentos, y que si es detectado electrónicamente no permite la mapipulación de la imagen.

Bueno, es lo básico para quien quiera empezar a sacar dinero de la nada. Si lo consigues, recuerda lo malo que es la inflación, así que tampoco hagas miles de millones o se fastidiará todo el sistema.

Noticias de relleno


Se ve que muchos periódicos y telediarios no poseen suficiente información para rellenar páginas o minutos y, o bien se la inventan, o hacen de lo irrelevante algo digno de contarse.

Me refiero a los titulares similares a "Científicos descubren ..." o "Expertos señalan ...". Ante este tipo de entrante, el lector debe de andar advertido: el contenido de la noticia tendrá poca más utilidad que para mantenerle unos segundos leyendo.

La información contenida en estos artículos será imprecisa, se notará que es de relleno, vaga, en ocasiones mal traducidas de otros periódicos globales y casi siempre estúpidas. He aquí varios ejemplos (sin citar la fuente):

Expertos aseguran que tomar bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.
Científicos descubren porqué somos curiosos.
Los expertos alertan: la crisis será dura
Científicos estadounidenses demuestran que las ratas sienten dolor

¿A que hacía falta un experto o un científico para saber estas cosas?

Hazte rico


Google puede escupir resultados en sus búsquedas muy jugosos a la hora de despotricar contra algo, que viene siendo mi pasatiempo favorito. Entre las cosas más curiosas que podemos intentar buscar es "ganar dinero por internet", "hacerse rico" o "hacerse millonario". Haz el experimento y paseate por unos cuantos links.

En todos ellos el visitante encontrará una serie de páginas que parecen haber sido cortadas por el mismo patrón. Se trata de una web de una sola página, muy larga, donde un supuesto experto o grupo de expertos economistas o gente que ha descubierto el "secreto" de hacerse rico le cuentan así por las buenas al mundo como hacerlo.

Voy a hacer un análisis de una de estas webs, sin decir cuál es explícitamente, para regocijo de mis lectores.

Estas páginas comienzan pidiéndonos un poco de tiempo, como el que recoje donativos en medio de la calle, algo raro, puesto que el interés debería ser del visitante:

Le pido sólo que nos dedique unos minutos de su tiempo y que se tome la molestia de entender cómo ganar entre 200 y 500 euros al día de una forma rápida y sencilla en Internet.

¡Estará preparado para empezar a ganar dinero gracias a nuestro método eficaz y gratuito cuando termine de leer nuestro sitio!


Bien, si te lo has tragado y sigues bajando un poco, te irás dando cuenta de aquellos que te ofrecen tal oportunidad:

Somos un grupo de peritos analistas de probabilidades especializados en los juegos, y hace varios años que utilizamos técnicas sencillas para ganar dinero fácilmente en los diferentes juegos de azar en línea.


Bueno vale, son peritos analistas expertos de probabilidades que en vez de intentar ganar 15 botes de la primitiva se dedican a predicar a los cuatro vientos su "secreto".

Y bueno, aquí es donde se descubre el pastel. El usuario verá decenas de anuncios de casinos onlines, donde ellos se llevan una comisión por cada uno que los visita desde su página.

Desde luego que este tipo de webs poseen cierta astucia publicitaria, pero ya desde el mismo nombre del dominio el visitante ha de desconfiar. Las direcciones que incluyen "gratis", "free" o similar son de naturaleza oscura. Lo mejor, desconfiar de este tipo de cosas, y ser lo bastante críticos como para no caer en estas trampas.

El número Pi en la Biblia


Mucho se ha escrito acerca de la aproximación que hace la Biblia del valor de Pi. Si consultamos cierto pasaje podemos leer lo siguiente:

Hizo luego un mar de metal fundido, de diez codos de borde a borde; era perfectamente redondo, de cinco codos de altura, y un hilo de treinta codos ceñíale alrededor.


Reyes I, 7

Para quien no lo recuerde, un rápido vistazo a la wikipedia nos informa de que (Pi):

es la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro, en geometría euclidiana.


O sea, que si dividimos la circunfencia entre el diámetro, nos dará un valor constante e universal (siempre y cuando respetemos a Euclides).

Es sabido que pi es un número irracional, por lo que tiene infinitos decimales. Por aproximar un poco, podríamos decir que es algo como 3,14159265358979323846..., suficientemente exacto para la mayoría de cálculos que vayamos a realizar. Pero, de nuevo, la Verdad Absoluta, grabada a fuego sobre las páginas de la Biblia, nos fastidia este cálculo. Si dividimos 30 codos entre 10 codos (que son las medidas mencionadas en el radical escrito) nos da exactamente 3. O sea, que si eres creyente, Pi = 3, ya que en la Biblia solo está escrita la Verdad, y solo la Verdad. ¿O acaso el templo de Salomón estaba basado en geometría no euclidiana?


Así que ya sabéis, aquellos herejes que tomáis Pi con decimales arderéis en el infierno. Los demás iremos al paraíso, seguramente antes que los infieles, ya que en un mundo donde se redondea tanto las cosas no pueden salir bien. ¿Imagináis hacer los cálculos de un helicóptero, un motor de un coche o un cohete espacial con tan poca precisión? El resultado, avocado al fracaso, estará inspirado por la Biblia en última instancia.

He aquí, pues, una prueba de que un científico o ingenierio (o quien sepa dividir como un niño de tercero de primaria) no puede tomarse la Verdad Absoluta como tan cierta.

El arte de programar


Para el común de los mortales, el ejercicio de crear software está muy devaluado, sea de forma profesional o aficionada. Para los que estamos dentro, esta situación puede resultar frustrante, ya que muchos de nosotros (los que nos consideramos programadores) lo consideramos un arte, digno de estar en un podio en la misma horizontal que la pintura, la música, la danza, el cine, la literatura o la carnicería. El código bien hecho es bello, pero esta belleza es tan sutil que requiere años de estudio y duro trabajo, además de tener que "haber nacido" para el desempeño de tan lógica empresa. Sin duda, si en la época de Homero y Plutarco hubiesen existido ordenadores ahora se recordarían diez musas en vez de nueve. Sabios esos griegos, perversos y sabios.

Pero nunca se cierra una puerta sin que se abra una ventana. El saber algo que los demás desconocen nos hace poseedores de algo valioso, que si se sabe explotar bien, a costa de la ignorancia ajena puede hacerte muy rico y muy poderoso, y más ahora que todo va con ordenadores e hiper redes intercomunicadas. Si los informáticos un día se unen y hacen una huelga, provocarían la tercera (o cuarta) guerra mundial.

Así que lejos de estar arrepentido de haberme pasado horas delante de la pantalla, interminables tardes de frustración e inacabables exámes de C++ donde siempre se te liaba la cosa con los punteros, estoy orgulloso de ser poseedor del octavo arte: la programación.

El inicio


Un día de poniente, la horrible canícula que me azotaba arrancándome chorros de sudor me hizo crear este blog, a fin de entretenerme en algo y poder dar a conocer al mundo entero mis hipótesis (y mis tesis) sobre el mundo, sobre lo que hay bajo el mundo y sobre lo que hay sobre el mundo.

Tal vez el destino reserve a este blog la gloriosa ascención al limbo de los censurados, o tal vez la denigrante categoría de hacerlo digno merecedor de un premio a nivel nacional o, si la cosa se tuerce mucho, internacional. Sea como fuere, lo ignoro, y tan solo intentaré llevarlo por el camino más demagogo y contradictorio que sea capaz.

Espero que me salga bien, poder escandalizar, ser criticado duramente, poder enseñar algo a mis posibles lectores y, sobre todo, poder perder un rato el tiempo.